Objetivos de sostenibilidad: Transformar la ambición en acción
Los objetivos de sostenibilidad están presentes en todas partes en el mundo actual: la reducción de residuos, los envases reciclables, los compromisos con la neutralidad de carbono, la restauración forestal y la conservación de los recursos. Estas iniciativas son un comienzo, pero la ambición por sí sola no basta para marcar la diferencia. Este artículo explora la necesidad de estructura y sistemas para desarrollar una estrategia de sostenibilidad que destaque.
- La sustentabilidad no puede verse como una iniciativa más que forma parte del costo de hacer negocios; sus objetivos deben estar diseñados para reformular el modo en que se hacen negocios.
- Por lo general, es más probable que los sistemas simples e intuitivos ganen terreno entre los equipos y brinden resultados duraderos.
- Los esfuerzos coordinados y continuos con sistemas diseñados para evolucionar y perdurar son la clave del éxito.
Introducción
Hoy en día, dondequiera que miremos, encontramos objetivos de sostenibilidad. Tenemos reducción de residuos, envases reciclables, compromisos con la neutralidad de carbono, restauración forestal y conservación de recursos. Empresas de todos los sectores están ansiosas por destacar sus credenciales ecológicas, pero la ambición por sí sola no basta para marcar la diferencia. El verdadero progreso exige más que buenas intenciones: requiere estructura y sistemas.
Sin los sistemas adecuados, incluso las mejores intenciones se desmoronan. A veces, literalmente, terminan en la basura. Por eso, la sostenibilidad no puede verse como una iniciativa más que forma parte del coste de hacer negocios. En cambio, los objetivos de sostenibilidad deben diseñarse para transformar la forma de hacer negocios.
Obtener resultados: ejemplos del mundo real
Para que la sostenibilidad sea más que una palabra de moda, las empresas actuales necesitan marcos que transformen las grandes ideas en acciones consistentes y repetibles. Esto a menudo requiere replantear los procesos desde cero, e involucra todo, desde el abastecimiento y los flujos de trabajo hasta la logística y la toma de decisiones. Todo esto puede parecer complicado, pero no tiene por qué serlo. De hecho, los sistemas simples e intuitivos suelen tener más probabilidades de arraigarse entre los equipos y ofrecer resultados duraderos.
Por ejemplo, Anthropologie es una tienda de moda que envía sus prendas en bolsas de polietileno ligeras. Si bien estas bolsas son necesarias para la protección del producto, suelen acabar en vertederos porque contienen materiales que normalmente no se aceptan en las instalaciones de reciclaje. Anthropologie reconoció el problema y tomó medidas para ser más ecológica. En lugar de desarrollar un nuevo material para sus bolsas, la empresa trabajó para crear un proceso más inteligente. En colaboración con Waste Management, Anthropologie identificó centros de reciclaje locales capaces de procesar las bolsas de polietileno, capacitó a los empleados de las tiendas para la correcta recolección y clasificación de los materiales y optimizó la logística de transporte para reducir el impacto ambiental. El resultado final de esta iniciativa fue que más de 27.500 kg de plástico se desviaron de los vertederos. La innovación no estaba en el embalaje, sino en el sistema.
Industrias como la impresión y el embalaje son especialmente complejas e implican una gran variedad de procesos, desde el abastecimiento de materias primas hasta la producción, la entrega y la eliminación. Sin una estructura bien definida, incluso los objetivos de sostenibilidad más sólidos pueden perderse en el camino. La buena noticia es que el progreso es posible —y medible— cuando las empresas se comprometen con el pensamiento sistémico. Aquí hay otros ejemplos:
- Allied Printing Services aplicó principios de fabricación eficiente, invirtió en equipos más eficientes, redujo el desperdicio y cambió a fuentes de energía más limpias.
- DHL rediseñó su embalaje para lograr una mayor reciclabilidad, alineando sus decisiones de embalaje con los objetivos de sostenibilidad a largo plazo.
- Xerox redujo los residuos con su tecnología de tinta sólida, se comprometió a utilizar materiales reciclados y capacitó a los clientes para imprimir de forma más responsable con software inteligente.
- HP implementó un sistema de reciclaje de circuito cerrado para cartuchos de impresora, garantizando que los materiales usados se transformen en nuevos productos. Además de la impresión, HP apoya las iniciativas de restauración forestal e incorpora plásticos reciclados en sus dispositivos con certificación ENERGY STAR.
Estas no son iniciativas puntuales. Son esfuerzos coordinados y continuos con sistemas diseñados para evolucionar y perdurar.
Los principales fabricantes actuales están integrando la sostenibilidad en todos los aspectos de sus productos y operaciones. Por ejemplo:
- Heidelberg se esfuerza por minimizar el desperdicio de configuración con la automatización Push-to-Stop y ofrece prensas de impresión neutrales en carbono.
- Canon aumenta la eficiencia energética, integra plásticos reciclados y reduce las emisiones durante todo el ciclo de vida del producto.
- Ricoh une sus esfuerzos de sostenibilidad bajo el modelo Comet Circle: un ecosistema de remanufactura, embalajes sin residuos y operaciones neutrales en carbono en Europa que trabajan juntas en armonía.
Lo que distingue a estas empresas no es lo que producen, sino cómo han incorporado la sostenibilidad a su forma de operar de principio a fin.
Hacer que la sostenibilidad funcione
Independientemente de la especialidad o la industria vertical, los programas de sostenibilidad más eficaces comparten varias características esenciales:
- Objetivos claros y mensurables con datos confiables para evaluar el progreso
- Responsabilidad compartida con propiedad multifuncional, no solo un único “equipo verde”
- Simplicidad a través de procesos fáciles de entender y seguir
- Automatización y herramientas que eliminan barreras y aumentan la adopción
- Bucles de retroalimentación para impulsar mejoras continuas
- Una celebración de victorias para motivar y mantener el impulso.
- Una integración en las operaciones diarias en lugar de ser sólo un tema para los informes anuales
El mensaje clave es que, en lo que respecta al medio ambiente, no es necesario desarrollar un invento revolucionario para marcar la diferencia. Lo que se necesita es un sistema: una forma de trabajar más inteligente y sostenible que perdure en el tiempo.
El resultado final
En el mundo actual, los clientes prestan mucha atención a las empresas con las que hacen negocios. Buscan activamente marcas que cumplan sus promesas de responsabilidad ambiental. No se trata de hacer promesas grandilocuentes, sino de poner en práctica ideas reales. Las empresas que realmente marcan la diferencia no solo están replanteando lo que ofrecen, sino cómo lo materializan.
Al invertir en sistemas sostenibles desde la concepción hasta la entrega, las empresas inteligentes reducen su impacto ambiental, se ganan la confianza de sus clientes y se posicionan para el éxito a largo plazo. En un mercado competitivo y abarrotado, quienes priorizan los procesos sobre las trivialidades destacarán. ¡Y lo mejor es que los clientes lo notarán!
Fuente: Objetivos de sostenibilidad: Transformar la ambición en acción