Textil 
abril 1, 2015

La carta a los Reyes de algunas de las grandes marcas de moda incluiría alcanzar tiradas personalizadas, sin límite de copias ni metros impresos, y conseguir la prenda estampada unas horas después de dar con el diseño. Algunas de estas demandas explican el éxito de la impresión digital, que ha supuesto una de las revoluciones tecnológicas más importantes para la industria textil. Aunque se calcula que en 2017 sólo el 5% de la producción utilizará tecnología digital, las previsiones de crecimiento son más que evidentes. Según un estudio de Pira Internacional, el volumen de negocio de la impresión digital textil crecerá un 22% entre 2012 y 2017.

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No obstante, la convivencia tecnológica se mantendrá mucho tiempo, ya que, en la actualidad, lo digital no se utiliza en la producción masiva. Su valor añadido está en las tiradas cortas y la personalización. Por contra, el principal inconveniente es la limitada velocidad de las impresoras en comparación con la maquinaria tradicional. Así que el futuro dependerá de la evolución tecnológica de los equipos actuales.

Una de las empresas líderes y pioneras en este campo es Estampados Pérez. Esta empresa de Mataró compró su primera impresora digital hace 3 años y, con clientes como Zara, Desigual o Mango, ha capeado la crisis con un crecimiento envidiable. Para Maribel Muñoz, una de las responsables de la empresa, “la ventaja es que con el digital puedes imprimir tantos colores como quieras, de la manera que quieras y en el momento que quieras. Es directo, no hay moldes”. Por contra, “aún no permite la variedad de la impresión tradicional sobre tejidos, con efectos como el relieve, el terciopelo, o el brillante”, añade.

Más calidad pero mayor precio

Desde el punto de vista de las marcas de moda, la estampación digital “ofrece una calidad con definición fotográfica, infinitamente más coloreada y superior al estampado tradicional”, describe la directora creativa de Escorpion, Sibylle Gramaglia, quien confía en que la convivencia entre los dos sistemas se mantendrá durante mucho tiempo y reconoce que, hoy por hoy, “a nosotros, con el digital, los costes en tejidos se incrementan y encarecen la prenda 2 o 3 euros”.

Para los proveedores de tecnología, el reto es responder a la diversificación de negocio que requiere el mundo textil. En empresas como Roland DG y Mimaki se han especializado en impresoras para la personalización de prendas deportivas y tiradas cortas de ropa de vestir, para cartelería y rotulación, para decoración, etc. “Estamos apostando por nuevos plotters que permitan conseguir fuentes de ingresos complementarios a nuestros clientes”, explica su directora de desarrollo de negocio, Encarna Luque. En el sector con más demanda, el de la ropa de vestir, “el sistema más utilizado actualmente es la sublimación, la impresión sobre papel para después transferirlo al tejido deseado, aunque también están creciendo los dispositivos de impresión directa sobre fibras naturales, que son más complicados”, detalla.

Ya sea para estampados o tejidos impresos digitalmente, los profesionales de la industria textil encontrarán nuevas e inspiradoras ideas en Graphispag 2015, una cita con las novedades en maquinaria de impresión, la última tecnología digital, materiales, soportes y acabados.

Fuente: http://bit.ly/1Mox7Ir

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