El gerente, Octavio Villamarín, habla de esta iniciativa, que surgió del programa Todos a Aprender.
En medio de una crisis sanitaria que frenó a la mayoría de los sectores del país, y atravesando selvas, ríos y montañas, la Imprenta Nacional logró cumplir con la titánica tarea de llevar más de ocho millones de libros de texto a todos los rincones del país.
Esto como parte del programa Todos a Aprender (PTA) que la entidad ejecutó junto con el Ministerio de Educación. Todo un desafío logístico que permitió que la educación en las regiones no se viera frenada, sino que continuara pese al cierre físico de los establecimientos educativos.
Octavio Villamarín, gerente de la Imprenta Nacional, explicó a EL TIEMPO los retos que rodearon la entrega de estos libros de texto a las zonas más vulnerables del país.¿Cuáles fueron los resultados del PTA?
Este año, en asocio con el ministerio, ejecutamos el PTA. Logramos llegar a más de 14.500 sedes educativas en toda Colombia, en 832 municipios, en los 32 departamentos del país. Realizamos la impresión, alistamiento y distribución de aproximadamente ocho millones de libros.
Gracias a todo esto, que fue un trabajo muy dedicado, logramos beneficiar a dos millones de niños en todo el país, sin duda un aporte muy significativo.
¿Cómo se logró hacer estas entregas?
En primer lugar, esto se logró por medio de una vigilancia y un monitoreo semanal, así como una buena comunicación entre todos los que participamos del proyecto.
Hacer todo esto en la pandemia fue un desafío gigantesco porque el 74 por ciento de las sedes educativas a donde llega el PTA son rurales, y muchas de ellas, en zonas de difícil acceso, en regiones muy apartadas.
Tuvimos que generar toda una logística para la entrega de los libros, que implicó trabajar muy de la mano con las regiones, con los colegios.
Hubo momentos en los que, estando en la parte más crítica de la emergencia, con restricciones de movilidad, tuvimos que buscar de un momento a otro sitios de bodegaje. Y encima, para llegar a esas sedes rurales hay muchos casos en los que no queda otra forma que llegar en lancha, a caballo e incluso a pie. Pero con todas estas dificultades logramos hacerlo de manera adecuada.
“Trabajar en la pandemia fue un desafío gigantesco porque el 74 % de las sedes educativas a las que llega el PTA son rurales, y muchas, de difícil acceso”
¿Quiénes son los niños y niñas beneficiados del PTA?
Para la entrega de los libros se focalizaron los municipios que más necesitaban de este apoyo, mediante indicadores educativos y de vulnerabilidad económica y social. Son regiones donde más se requieren ayudas para garantizar los derechos a la educación de los menores.
De los 832 municipios beneficiados, hay 164 que hacen parte del programa de desarrollo con enfoque territorial, es decir, regiones que fueron más afectadas por el conflicto armado interno en Colombia.
Son zonas en donde se vive en condiciones de pobreza y el acceso a la educación es precario. Gracias a estos datos, el ministerio pudo identificar los lugares que más necesitaban estos libros.
¿Qué tipo de contenidos educativos fueron enviados?
El PTA lleva libros con contenidos acorde al proceso formativo de niños de transición y básica primaria, y está centrado específicamente en dos áreas de conocimiento, que son lenguaje y matemáticas.
¿Cómo evalúa usted el impacto de esta iniciativa?
Está claro que esta situación dejó seriamente afectados a los niños del país en su proceso de aprendizaje, por el cierre de los colegios. Por eso era aún más necesario poder llegar a las regiones con estos libros de texto, lo cual sin duda les permitió continuar con su educación.
La verdad es que ha sido una experiencia muy enriquecedora que no se hubiera podido lograr sin buenas prácticas de gerencia de proyectos, gerencia pública y el trabajo articulado, integrado y muy coordinado con el Ministerio de Educación, con las secretarías de Educación del país, con los docentes, las sedes educativas, los directivos docentes, entre otros actores.
El compromiso del Gobierno Nacional y todos los actores que mencioné ha sido muy importante para mejorar la calidad de la educación de los niños. Esto ha sido realmente el motor y la guía de este proyecto.
Y todo esto se logró en medio de la emergencia sanitaria generada por esta pandemia. Pudimos cumplir a cabalidad con todas las metas y los objetivos. Insisto, esto es muestra de buenas prácticas, de un verdadero compromiso.
MATEO CHACÓN ORDUZ
Redacción Educación
Fuente: eltiempo.com