La sostenibilidad, clave en el nuevo packaging
En la actualidad, que el diseño de un envase sea atractivo y funcional no basta. Los consumidores demandan además que este sea sostenible. Indudablemente, hoy el envase del producto interviene en las decisiones de compra y el sector debe adaptarse a este nuevo paradigma.
Los consumidores buscan cada vez más soluciones sostenibles que minimicen el impacto medioambiental, y esto incluye también el packaging de los productos. El uso de materiales reciclados, reciclables o reutilizables en la fabricación de envases se ha vuelto imprescindible para mantener una buena imagen de marca.
La importancia del packaging en la decisión de compra
El packaging juega un papel fundamental en la decisión de compra del consumidor, y además aporta a la marca y al producto una serie de claves definitorias en el contexto actual. La primera es la que hace referencia a la diferenciación, ya que el packaging puede ser el factor que ayude a captar la atención del cliente, despertar su interés y motivarlo a comprar el producto.
Por otra banda es clave para el posicionamiento puesto que el diseño del packaging; los colores, materiales, mensajes y formato del envase pueden generar asociaciones en la mente del cliente acerca de la fiabilidad y adecuación del producto a sus necesidades.
Y muy importante es que el packaging ejerce como elemento de comunicación al actuar como vendedor e informador en el punto de venta. Las etiquetas y gráficos proporcionan información útil al cliente, como la composición del producto, su funcionalidad, precio, modo de empleo, etcétera, ayudando así a identificar si el producto cumple con sus expectativas y necesidades.
Los principales retos de la sostenibilidad en el packaging
A pesar de los avances, la sostenibilidad en el packaging todavía plantea varios retos al sector que deben ser superados. Uno de ellos hace referencia a la necesidad de equilibrar la funcionalidad y la estética de los envases, con su impacto ambiental. Aquí es importante la labor de búsqueda de formas de reducir el uso de materiales y energía en la fabricación del packaging, sin perder atractivo y su capacidad para proteger el producto y facilitar su uso.
Otro desafío es el que tienen las marcas en la sensibilización de la importancia de la sostenibilidad en el packaging, para fomentar comportamientos responsables, como el reciclaje o la reutilización de los envases. Este punto se torna cada vez más importante, puesto que los consumidores valoran más los esfuerzos de las marcas en este ámbito y toman decisiones de compra en función de ello.
Packaging en el sector alimentación
Es indiscutible que el sector del packaging protagoniza una verdadera revolución. Los cambios en el entorno normativo, con el protagonismo de los envases en la estrategia sostenible europea y en la economía circular es determinante, con especial énfasis en el sector de la alimentación.
De hecho, el futuro del packaging debe tener presente de forma obligatoria, como ejes principales la reutilización y la durabilidad, es decir, nuevos envases que se adapten a los desafíos en materia ambiental, económica y social.
En este sentido, el ecodiseño puede ayudar no solo a modernizar el concepto de envasado alimenticio, sino para ajustarse a una normativa cada vez más ambiciosa.
Así, los entornos normativos nacionales y europeos actuales respecto a los envases -así como el denominado impuesto al plástico no reutilizable- apuntan a la necesidad de un packaging sostenible. De hecho, obligan a productores de envases a apostar por otro tipo de materiales y la reducción de estos a la mínima expresión en la preservación de los alimentos. O al uso de envases que no precisen de reciclaje ni transformación para darles una segunda vida.
No hay que olvidar que los envases son vitales en los procesos de producción de cualquier alimento, pues garantizan su trazabilidad, seguridad y correcta distribución, además de cumplir un rol informativo de cara al conjunto de consumidores a través de la etiqueta.
Por exigencia actual, vivimos en la desaparición paulatina y acelerada del plástico. De hecho, una de las grandes tendencias en packaging para el sector de la alimentación para los próximos años plantea el uso del poliácido láctico cristalizado (CPLA), un plástico biodegradable de origen biológico y, por lo tanto, menos contaminante, que además precisa de menos recursos energéticos. Este tipo de material será habitual en los envasados que ahora emplean, por ejemplo, el tradicional film.
Además de los materiales que vienen en el envase, es importante comentar las tendencias respecto a la forma de diseñar el propio envase que impacta también en el objetivo de alcanzar un packaging sostenible. Y en este sentido tenemos que hablar de el ecoBranding, que trata de hacer atractivo un envase sin renunciar por ello a sus cualidades fundamentales como: la preservación del alimento, el respeto por la salud ciudadana, la capacidad de brindar información importante al conjunto de consumidores sobre ese producto, su apuesta por evitar el desperdicio alimentario y, por supuesto, el cuidado del medioambiente.
Por tanto, las empresas deben tener en cuenta esta tendencia y trabajar para ofrecer soluciones de packaging que sean atractivas, funcionales y, sobre todo, sostenibles.
Fuente: La sostenibilidad, clave en el nuevo packaging