Una herramienta clave para mejorar la eficiencia de los sistemas de embalaje

La competitividad en transporte de mercancías supone un factor central para diversas industrias, ya que actúa como nexo entre sectores como la agricultura, la automoción, la cerámica, la alimentación, la distribución, el textil y el turismo

Así, en un contexto cada vez más competitivo, resulta necesario adoptar nuevas soluciones que permitan una reducción de costes y una diferenciación frente a la competencia.

Para garantizar la calidad y seguridad de los productos que llegan a los consumidores, es fundamental tener un control sistémico en todas las etapas de transporte, almacenamiento y distribución dentro de la cadena de suministro.

Es decir, conocer las condiciones reales del transporte puede ayudar a reducir pérdidas y el impacto ambiental asociado con la distribución, lo que a su vez puede mejorar los beneficios y fortalecer la posición competitiva. La seguridad es asimismo crucial, especialmente en productos como las baterías de iones de litio, vitales para el avance de naves espaciales modernas, satélites y vehículos eléctricos.

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