Imprenta 
diciembre 23, 2016

El sector de las artes gráficas del país creció un 8,1 el año pasado en volumen de ventas y 5,9 por ciento en valor de las mismas. Esto, teniendo en cuenta que en el 2013 su facturación sumó 2,3 billones de pesos, de acuerdo con lo reportado a la Superintendencia de Sociedades.

Y para el 2015, se espera un incremento aún más discreto, de 6 por ciento en cantidad y 4 por ciento en dinero, según la presidenta de Andigraf, María Alexandra Gruesso, quien indicó que el 2014 resultó afectado por el Mundial de Fútbol de Brasil y por las elecciones presidenciales, que generaron un impacto negativo en la productividad de otros sectores a los que su gremio es transversal.
Otro dato revelador es que la impresión de libros y publicaciones periódicas dejó de ser el alma de este negocio. De hecho, en el 2014 esta línea tuvo un decrecimiento del 7,3 por ciento y su primer lugar de antaño lo tomaron las publicaciones comerciales, que representaron el 42 por ciento, y la fabricación de empaques, con el 17 por ciento. Las etiquetas y los productos de gran formato también se comportaron bien.

Esta migración, según Gruesso, ha requerido una adaptación de la industria. “Se nota que los empresarios se están especializando cada vez más en sus líneas de producción y se están volviendo más integrales”, añadió la dirigente gremial, al explicar que esto ha tenido que ver con involucrar más tecnología y generar valores agregados al producto. Por ejemplo, no solo se ofrece la impresión sino la ubicación del contenido en soporte digital.

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Pero no solo el mercado nacional ha sufrido. Las exportaciones decrecieron un 13 por ciento en todas las líneas del negocio, excepto en las etiquetas, que aumentaron 19 por ciento en valor, con un total de 504 toneladas enviadas al extranjero hasta diciembre pasado.

Mientras que destinos tradicionales como Venezuela y Perú decrecieron en 33 y 20 por ciento, respectivamente, fueron compensados en parte por el ímpetu de las ventas hacia Estados Unidos, Brasil y Guatemala (que crecieron 7%), lo mismo que Chile (14%).


ESFUERZO INDIVIDUAL

“Hay empresarios que han tomado la decisión de buscar clientes en el exterior y en nichos nuevos de mercado y les va bien, porque han encontrado oportunidades. Lastimosamente, el esfuerzo es de cada uno por esa cultura individualizada a la hora de construir estrategias y porque desde Procolombia (la entidad estatal que promueve las exportaciones) no hay acciones concretas”, lamentó Gruesso. Todo esto provocó un decaimiento del 16 por ciento de las ventas hacia afuera, frente a un incremento de 13 por ciento en valor y 6 por ciento en volumen de las importaciones de productos que compiten con la industria gráfica nacional.

La tasa de cambio fue otro elemento en contra porque el alza del dólar afectó el precio de las materias primas, encareciendo de paso el producto final. Esto teniendo en cuenta que casi todas las tintas son importadas.

El sondeo de percepción indica que el 72% percibe la situación del sector como buena y el 21,2 % asegura afrontar una situación regular. El 39% piensa que la situación mejorará y el 51% señala que se mantendrá en el mismo punto.


CRÍTICAS A ROL DE IMPRENTA NACIONAL

El Gobierno debe evaluar si vale la pena mantener la Imprenta Nacional, dice Gruesso, quien indica que solo produce el 40% de lo que necesitan unas 11.000 entidades oficiales y es ineficiente. En cambio, añade, las máquinas del sector privado en este segmento trabajan al 62% de su capacidad.

Menciona que en la región, casi todos los países han eliminado las imprentas oficiales.

 

Fuente: www.m.portafolio.co

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