La banda de estampación es la parte más importante, para el correcto guiado del material, durante el proceso de impresión sobre textiles. Era la pieza inicial necesaria para permitir la impresión sobre todos los sustratos textiles. Las primeras impresoras de inyección que llegaron al sector textil eran impresoras para papel ligeramente modificadas. Estos equipos estaban construidos para trabajar sobre sustratos estables y cerrados, por eso sólo permitían la impresión sobre tejidos densos. El resto de materiales tenían que adherirse a un tejido estable o papel que sirviera de guía. Sólo al aumentar la capacidad de producción de los equipos, se ha hecho rentable la elevada inversión que supone una banda de impresión.
¿Por qué es tan importante la banda de estampación y para qué sirve?
1. La tinta sobrante que queda entre los hilos ha de retirarse del producto. Con ello se evita en gran medida que se ensucie el estampado. Además se impide la formación de imágenes fantasma cuando las gotas atra- viesan el tejido y se mantiene limpio el entorno de la máquina.
Textura de producto
2. El producto adherido a la banda de estampación no podrá moverse durante el proceso de impresión. Una condición básica para una impresión precisa.
Todos los textiles se mueven. Están constituidos por hilos entrecruzados (tejidos planos) o por bucles (tejidos de punto). No hay uniones fijas. Además, los hilos siempre siguen un patrón curvado.
Un tejido de punto es, por su composición, mucho más móvil y más inestable en lo referente a sus dimensiones. Si un tejido de punto se somete a tracción, se deforma. Si la tracción es longitudinal, el producto se encoge a lo ancho, y viceversa.
Efectos de un estiramiento del 10 % sobre la estructura del tejido
Para alcanzar estas deformaciones bastan fuerzas muy pequeñas. Para poder estampar con precisión este tipo de artículos es necesario fijarlos en la banda de estampación. De lo contrario, el material también podría empezar a oscilar, mientras avanza por la impresora.
Todo material textil tiende a igualar sus tensiones internas. Esto es más fácil en estado húmedo. Si se moja un textil seco (lo que sucede en la estampación) se liberan tensiones presentes en el material y el producto se mueve.
En este proceso, además de la composición del producto, juega un papel importante el tipo de fibra em- pleada. Las fibras que absorben la humedad se hinchan. Todas las fibras naturales y las fibras regeneradas de celulosa muestran este comportamiento. La intensidad del fenómeno varía según la fibra de que se trate. Las fibras de viscosa muestran los valores más altos de incremento de volumen. Así, por ejemplo, en el estampado, los productos de viscosa de tejido muy denso se pueden deformar, creando ondulaciones, si no están adheridos a la banda de estampación.
Los materiales de fibra de elastano son un caso especial. En este caso, se aplica al material una tensión previa de forma controlada. Esta tensión previa está igualmente presente en los materiales a imprimir.
Cuando el material se empapa de tinta, dicha tensión se reduce y el producto encoge. Por ello es imprescindible mantener el producto sujeto durante el proceso.
Sinopsis orientativa de la movilidad de los textiles
En la mayor parte de los materiales a estampar, el material presenta tensiones.
El material siempre encoge en sentido longitudinal, con excepción de los tejidos de punto de poliamida y poliéster. Técnicamente no se puede eliminar este encogimiento longitudinal. En la impresión inkjet, estos encogimientos en sentido longitudinal se pueden corregir de forma relativamente sencilla, simplemente estirando el diseño que será impreso.
La anchura del material es más fácil de controlar. El material es posicionado a su ancho real final.
No obstante, al no tratarse de un producto totalmente acabado, siguen existiendo ciertas tensiones.
Los materiales con contenido de elastano muestran, incluso, una tensión previa que oscila en un orden de magnitud del 5-8 por ciento. Si no se sujetan bien durante el proceso de impresión, encogerán y su impresión no sería posible.
