En una era de saturación digital, el papel de la impresión en el marketing está pasando de ser rutinario a estratégico. Este artículo explora cómo la impresión, cuando se usa estratégicamente, no solo destaca, sino que también fortalece las campañas digitales, impulsa la interacción e impulsa los resultados. Ya seas proveedor de servicios de impresión, profesional de marketing o estratega, esta es una nueva perspectiva sobre el lugar que ocupa la impresión en la actualidad y por qué sigue siendo importante.

En un panorama de comunicación inundado de ruido digital, el papel de la impresión no está desapareciendo. Está evolucionando. La impresión no es una solución universal. Su verdadero valor reside, en cambio, en su adecuación estratégica: se utiliza de forma selectiva, intencional y donde pueda tener el mayor impacto.

A medida que la impresión se vuelve más costosa y especializada, el éxito en este medio exige aún más una mentalidad consultiva. Los proveedores de servicios deben dejar de centrarse en los productos y empezar con un propósito. Este cambio implica asumir un rol de asesoría estratégica, preguntándose no solo «¿qué podemos imprimir?», sino «¿por qué lo imprimimos y para quién?».

Para aprovechar al máximo el potencial de la impresión, los proveedores deben iniciar cada interacción con la perspectiva de un profesional del marketing. ¿Quién es el público? ¿Cuál es el mensaje? Y, lo más importante, ¿por qué? También es fundamental comprender cómo se ha transmitido en el pasado y qué funcionó y qué no. Estas preguntas son más que un simple descubrimiento; son la base para una comunicación eficaz mediante la impresión.

Datos recientes destacan el poder de la impresión para potenciar los resultados digitales. El setenta por ciento de los consumidores jóvenes afirma que recibir correo físico aumenta la probabilidad de abrir correos electrónicos de marketing de la misma marca. Esto demuestra que la impresión no solo funciona por sí sola, sino que fortalece la interacción digital, genera reconocimiento de marca y ayuda a los profesionales del marketing a crear campañas más efectivas e integradas.

“La impresión destaca cuando se vincula estratégicamente con los objetivos de la campaña de los profesionales del marketing y no se utiliza de forma genérica”, afirma German Sacristán, director de Impresión Bajo Demanda en Keypoint Intelligence. “Su punto fuerte reside en la selectividad, en su uso donde mejor funciona y no simplemente por defecto”.

La impresión y sus socios/amigos más cercanos y sus aplicaciones (sustratos, tintas especiales, acabados, códigos QR, RA, datos variables y el buzón de correo tradicional) podrían ser muy eficaces si se utilizan para superar los principales desafíos de campaña de los especialistas en marketing, como captar la atención, elevar la percepción de confianza y valor, facilitar la compra a los consumidores/clientes y activar el boca a boca (WOM).   

Por ejemplo, los mensajes personalizados tienen un 84 % más de probabilidades de ser leídos que los no personalizados, especialmente cuando provienen de marcas conocidas. En un mundo de sobrecarga de correo electrónico y ceguera ante los banners, la comunicación táctil y dirigida destaca. Para el público más joven, que a menudo se asume prioritario a lo digital/electrónico, el correo físico incluso aumenta la probabilidad de interactuar con los correos electrónicos de marketing de la misma marca.

Esto no significa que los PSP deban convertirse en agencias de marketing integrales. Sin embargo, sí implica replantear su rol en la cadena de valor. Cada proveedor de impresión ya es un comercializador por derecho propio, participando en presentaciones de ventas, campañas y contactos con clientes para su propio negocio. Esto les brinda una gran oportunidad para ayudar a los clientes a pensar de forma más estratégica sobre el propósito de la impresión.

Y la evolución no se limita a la estrategia. Con herramientas de IA que ahora ayudan a generar información predictiva, automatizar la personalización y optimizar los tiempos, la próxima frontera para la impresión es más inteligente, no solo más atractiva. La IA ayudará a posicionar la impresión de forma más eficaz en la estrategia de comunicación, garantizando que el material adecuado llegue a las manos adecuadas en el momento oportuno.

La impresión es un canal de comunicación integral y, por lo tanto, no desaparecerá. Pero la forma en que la usamos y la promocionamos debe cambiar. Con un enfoque estratégico, la impresión deja de ser un producto para convertirse en una herramienta de alto rendimiento. Y ahí es donde debe estar.