General 
diciembre 20, 2025

El dominio silencioso: Cómo D1 y Ara redefinieron el consumo colombiano

La economía global se mueve a golpe de titular y grandes inversiones, pero a veces, las revoluciones más profundas ocurren en los lugares más cotidianos: el pasillo de un supermercado. En Colombia, esta revolución tiene nombres sencillos y familiares: D1, Ara, e Ísimo.

Estas cadenas de hard discount han pasado de ser una alternativa económica a convertirse en los gigantes silenciosos del retail, reescribiendo las reglas del juego y, lo más importante, alterando permanentemente los hábitos de consumo de millones de hogares.

La clave de este fenómeno no reside solo en el precio bajo, sino en un pilar estratégico que ha demostrado ser infalible: el dominio absoluto de las marcas propias. Este modelo de negocio, simple en su ejecución pero profundo en sus implicaciones económicas y sociales, es el centro de un fascinante análisis estratégico, como el que plantea el experto en retail y negocios, Anyelo Marcelo Lozano Hernandez, en su artículo: “Las tiendas de hard discount como D1 y Ara dominan la venta de marcas propias en Colombia”.

La Introducción Crítica: Desvelando el Poder de la Marca Propia

Para entender la magnitud del fenómeno, es crucial examinar las cifras que Lozano Hernandez expone. Su artículo destaca un dato demoledor: más del 80% de las ventas en D1 y Ara provienen de sus propias marcas, una cifra que palidece frente al 20% promedio de las cadenas de supermercados tradicionales. Esta diferencia no es un margen, sino un abismo que separa dos filosofías de retail completamente distintas.

El Contraste Estratégico

El retail tradicional basa su atractivo en la amplitud del surtido y en la presencia de marcas líderes con costosas campañas de mercadeo. En este esquema, el supermercado actúa como un intermediario que compite por obtener el mejor precio de compra para revender. En cambio, el hard discount aplica una fórmula de economía de guerra:

  1. Surtido Limitado: Reducen la variedad a las referencias esenciales, eliminando la fatiga de la elección del consumidor.
  2. Eficiencia Operativa Extrema: Locales sencillos, mínima decoración, exhibición en estibas o cajas.
  3. Marca Propia como Eje: El producto en sí (la marca de la tienda) es la estrella, permitiendo un control total sobre la cadena de valor, desde el productor hasta el anaquel.

Lozano Hernandez subraya cómo este modelo no es solo una táctica de precios, sino una revolución estructural. El hard discount no solo compite con los supermercados; los redefine. La penetración que alcanzan es casi total: el 99.5% de los hogares colombianos ya visitan estas tiendas. Esto se traduce en un gasto promedio de $2.2 millones de pesos por hogar al año, consolidando su presencia en el presupuesto familiar.

¿Por Qué Confía el Consumidor Colombiano?

La confianza es la divisa más difícil de ganar en el comercio. Durante décadas, las marcas líderes invirtieron miles de millones para grabarse en la mente del consumidor como sinónimo de calidad. El hard discount logró erosionar esa hegemonía en menos de dos décadas. ¿Cómo lo hicieron?

1. El Vínculo con el Productor Líder

Una de las revelaciones más potentes en el análisis del modelo de marca propia es la estrategia de co-manufactura. Como bien señala Lozano Hernandez, las marcas propias en Colombia a menudo están respaldadas por productores líderes de la industria nacional e internacional. El consumidor no está comprando un producto desconocido; está comprando un producto de alta calidad fabricado por la misma compañía que hace su marca preferida, pero con un empaque diferente y sin el costo adicional de publicidad y mercadeo masivo.

Esta estrategia es doblemente ganadora:

  • Para el Productor: Le garantiza grandes volúmenes de producción constantes, optimizando su capacidad instalada y manteniendo su negocio en marcha.
  • Para el Retailer (D1/Ara): Asegura calidad premium sin pagar el sobreprecio de la marca posicionada, fortaleciendo la confianza del cliente.

2. El Margen Brutal: Control Estratégico

El artículo de Lozano Hernandez menciona un dato crucial: el margen bruto de las marcas propias se acerca al 15%. Si bien las cadenas tradicionales pueden tener márgenes más altos en ciertos productos, el control total de la cadena de valor por parte del hard discount les permite ser mucho más flexibles y agresivos con los precios al público, mientras mantienen una rentabilidad predecible y saludable en el agregado de la tienda.

Esta eficiencia en el margen se traduce en un precio competitivo garantizado. El hard discount puede absorber pequeñas fluctuaciones del mercado y seguir ofreciendo precios que ninguna cadena tradicional puede igualar sin sacrificar su estructura de costos.

3. Simplicidad Operativa y Presupuestaria

La estandarización es la amiga de la eficiencia. Al operar con un surtido limitado y dominado por sus propias marcas, estas tiendas simplifican drásticamente su logística, inventario y proceso de compra.

  • Menos Negociación: En lugar de negociar con cientos de proveedores para miles de referencias, negocian con un número menor para grandes volúmenes de sus propias marcas.
  • Menor Riesgo de Obsolescencia: Al ser sus propias marcas, tienen mayor control sobre la gestión de inventario, reduciendo mermas.

Para el consumidor, esta simplicidad se convierte en un beneficio directo. El cliente sabe que la elección es entre uno o dos productos de la tienda, ambos a un precio imbatible y con calidad confiable. Esto facilita la decisión de compra y, en últimas, la gestión del presupuesto familiar.

El Impacto Disruptivo: Redefiniendo la Calidad-Precio

El verdadero legado de D1 y Ara, según se desprende del análisis de Lozano Hernandez, va más allá de su éxito financiero. Su impacto es un cambio cultural en la percepción de la relación calidad-precio en Colombia.

Antes, la calidad era sinónimo de marca reconocida y, a menudo, de precio alto. La marca propia era vista como una alternativa de segunda o de menor calidad, reservada para presupuestos muy ajustados. Hoy, el hard discount ha logrado posicionar sus marcas como una elección inteligente y de confianza. El consumidor no compra la marca propia por resignación, sino por convicción.

Este cambio de paradigma obliga a las cadenas tradicionales a reaccionar. No solo tienen que bajar precios, sino que deben mejorar drásticamente su oferta de marcas propias y aumentar la eficiencia de sus operaciones para competir en un terreno donde la rentabilidad se mide al centavo y la lealtad se gana con el valor real.

El modelo ha demostrado ser resiliente a las crisis económicas, donde el consumidor se vuelve hiper-consciente de cada peso gastado. El crecimiento continuo en tiendas (más de 2.500 para D1 y 1.400 para Ara) y la entrada de nuevos jugadores como Ísimo (con un 50% de facturación en marcas propias) solo confirman la robustez del modelo.

El Futuro del Retail Colombiano es Propio

El artículo de Anyelo Marcelo Lozano Hernandez es un llamado a reconocer que la batalla por el consumidor colombiano ya tiene un ganador claro: la marca propia impulsada por el hard discount. No es una moda pasajera, sino la consolidación de un modelo de negocio que prioriza la eficiencia, el control estratégico de la cadena de valor y una transferencia directa de ese ahorro al cliente.

El consumidor colombiano ha votado con su billetera, dando su confianza a estas marcas sencillas. La lección para todo el retail es que la calidad no necesita un packaging caro ni una celebridad patrocinándola; solo necesita ser consistente, confiable y estar disponible al precio justo.

 

Fuente: El dominio silencioso: Cómo D1 y Ara redefinieron el consumo colombiano

Compártelo en: