El Espectador ahora se imprime en papel de bagazo de caña de azúcar
El papel, que es 100 % ecológico y colombiano, no compite por el uso del suelo y se obtiene a partir de un producto que se considera como renovable en cortos períodos. Este diario se convierte en el primero del país en utilizarlo para su impresión.
En la edición especial de este domingo 27 de marzo, con la cual celebramos los 135 años de vida de este diario, hubo un anuncio importante que seguramente pasó inadvertido ante los ojos de nuestros suscriptores. En el recuadro negro vertical que contenía la D (por domingo), se lee “Papel de caña de azúcar” y, más abajo, “Este ejemplar fue impreso con tintas biorrenovables y en papel de caña de azúcar”.
De esta manera, El Espectador da un paso más en el camino hacia una producción más sostenible con el medio ambiente, similar al dado hace 12 años. En ese entonces, cuando el periódico cumplía 123 años, anunciamos que las tintas usadas para el impreso serían ecológicas, al estar fabricadas con aceites derivados de la soya, lo que favorece el proceso de reciclaje, disminuye los compuestos que contaminan el aire y requieren menos energía para su elaboración.
El papel en el que usted ahora lee el periódico proviene del bagazo de la caña de azúcar, el residuo que queda luego de que a esta le extraigan los jugos para la fabricación del azúcar. Esta materia ha sido investigada por más de 60 años por Carvajal Pulpa y Papel S.A., lo que actualmente les permite fabricar papel y distintos tipos de cartulinas. Luego de un proceso que incluye pasar por calderas, cocción, depuración y blanqueo, se obtienen grandes y pesados rollos de papel que son enviados desde las plantas ubicadas en Yumbo (Valle del Cauca) y Guachené (Cauca), hasta Bogotá, donde se imprime el diario.
Según la empresa encargada de la fabricación de este papel, en el mundo se producen anualmente 400 millones de toneladas de papel y cartón para impresión, escritura y empaques. De estas, el 98 % se obtiene a partir de fuentes maderables y tan solo el 2 % de fibras alternativas. Si nos enfocamos en el papel que se fabrica a partir del bagazo de la caña de azúcar, nos encontramos que este solo representa el 0,06 % de la producción mundial, que se concentra en cuatro países del mundo.
“Al emplear como materia prima un subproducto agroindustrial en la fabricación de papel no se compite por el uso de suelo ni se limita la producción de azúcar o sus derivados. La caña de azúcar se considera una fuente renovable en cortos períodos, con ciclos de cultivo de 12 meses aproximadamente”, explica Carvajal.
Fabio Chica, gerente de producción y distribución de El Espectador, comenta que distintos fenómenos derivados de la pandemia por covid-19 aceleraron la búsqueda de un papel más amigable con el ambiente: “La idea surgió hace mucho tiempo, sin embargo, con la pandemia se hizo más viable. Hubo un desabastecimiento de papel a escala mundial. También sucedió la crisis de los contenedores, que paralizó la llegada de papel, y con esto se ampliaron los tiempos de espera. Mientras en 2019 uno debía esperar dos meses luego de hacer el pedido, con esta crisis tuvimos que esperar hasta ocho meses”. Además, el aumento en el precio del dólar motivó la búsqueda de una alternativa en el mercado local, recuerda Chica.
El resultado de ese proceso, asegura, “fue el que los lectores pudieron ver este domingo. Un resultado buenísimo en el sentido de que vamos a estar utilizando este papel que es 100 % ecológico y colombiano. Adicionalmente, somos los únicos en el país que estamos imprimiendo un periódico en papel de bagazo de caña de azúcar”.
Además de aprovechar el residuo de la caña, lo cual no genera una competencia por el uso del suelo, la producción de este papel reduce significativamente las emisiones de dióxido de carbono, si se le compara al proceso que se requiere para la producción de papeles blancos provenientes de la madera, según Carvajal.
Pero, advierte Chica, en El Espectador no solo nos preocupamos por el periódico, sino también por el empaque. Por eso, señala, las bolsas plásticas en las que se suele entregar son biodegradables y al cabo de seis meses completan su ciclo de descomposición.
Este diario, que se ha caracterizado por apostarles a contenidos ambientales de calidad, se ha comprometido por recorrer un camino que lo lleve a ser ambientalmente sostenible en sus etapas de producción. Con este nuevo paso, El Espectador se convierte en el medio colombiano “más verde”.
Referencia: Ahora se imprime en papel de bagazo de caña de azúcar