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octubre 16, 2023

Inteligencia Artificial al servicio del desarrollo sostenible

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Al día de hoy, se precisa la Inteligencia Artificial – IA como una herramienta que ha llegado para optimizar y acelerar procesos en múltiples escenarios, lo que al final del día se traduce en un cambio en la manera de hacer las cosas, en la interacción con clientes y usuarios y, por supuesto, en la relación con el medioambiente, convirtiéndose incluso en habilitadora del desarrollo sostenible.

Ricardo Jiménez, docente de Ingeniería de Telecomunicaciones de la Fundación Universitaria San Mateo, enfatiza en que esta “potencializa las tecnologías para alcanzar niveles de eficiencia que serían imposibles de otra manera; permite una gestión precisa y adaptable de los recursos, consumiendo solo lo necesario, minimizando los residuos y desperdicios”.

Actualmente, según el docente, la IA está jugando un papel fundamental en la transformación del modelo energético, ya que es clave para la protección del medioambiente y los bosques. Asimismo, entre las estrategias implementadas, se destacan las siguientes: alimentos resistentes a los desastres climáticos, el uso de la IA para preservar los océanos, en la extinción de incendios y también como herramienta clave para evitar el desperdicio de alimentos.

En el modelo energético

Precisamente, la transformación del modelo energético es una de las aristas que ha tomado fuerza en este campo. En línea con ello, desde el Instituto de Ingeniería del Conocimiento de España, han señalado que “la Inteligencia Artificial nos permite hacer algo que nosotros no somos capaces de hacer: manejar ingentes cantidades de datos que, además, han de tratarse de una forma lógica y razonable. En el terreno de la energía en concreto, se cuenta con datos sobre meteorología, salud o el comportamiento de las personas relacionadas con el sistema: quiénes generan electricidad, quiénes la transportan y distribuyen y quiénes la consumen. Datos de los que, bien analizados, se puede obtener un conocimiento a medida del sector”.

Ahora, para hacerlo, explican desde el Instituto, se deben aplicar tres niveles de analítica: descriptiva, para conocer la información de la que se dispone y dónde aplicar la inteligencia, analítica predictiva, para anticiparse a la producción o a la demanda, y por último, la prescriptiva.

De esa manera, el Instituto de Ingeniería del Conocimiento de España aplica esta teoría con diferentes fines, avanzando hacia las redes inteligentes. “Con los datos, se trabaja en predicción de la producción, también de energías renovables, y de la demanda, con la implantación de los contadores inteligentes. Además, se detectan incidencias técnicas y no técnicas, como el fraude energético. Todo ello para conseguir la optimización del modelo energético, con las consecuentes ventajas económicas y medioambientales”, anotan.

Continuando en esa línea, Diego Tomas Aguayo y Juan Pablo García – Expert Associate Partner – Advanced Analytics de la consultora Bain & Company, han señalado que en el caso de la industria de energía solar, además de los grandes avances en infraestructura que hacen que esta tecnología sea financieramente viable y conveniente en muchas partes del mundo, la IA juega un rol clave a la hora de optimizar su uso y definir, por ejemplo, cuánta energía se almacena en las baterías de la casa particular o empresa en cuestión y cuánto se aporta a la red eléctrica convencional.

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Otros escenarios

“Hablamos también de la optimización de procesos mineros mediante algoritmos, y lo mucho que se ha avanzado en automatizar parte de los procesos de explotación y transporte con Inteligencia Artificial y robótica, generando un entorno además de sustentable, más seguro para sus trabajadores. Eso entre algunos ejemplos, pues desde nuestro equipo, también nos hemos embarcado de diferentes maneras adoptando la IA en pos del desarrollo sostenible: con la predicción de eventos de emisión anómalos en minería y producción de piezas de acero, predicción de fallas en equipos de refrigeración de Retail, detección de incendios y cuantificación de emisiones con imágenes satelitales, y optimización de uso de combustible para una aerolínea, solo por mencionar algunas apuestas”, precisan los portavoces de la consultora Bain & Company.

A su turno, el docente de Ingeniería de Telecomunicaciones de la Fundación Universitaria San Mateo, plantea otros escenarios donde ésta puede ser aplicada a través de la implementación de dispositivos y máquinas que ayuden a resolver problemas en diferentes sectores, como son: “La agricultura que ayuda a que cultivos específicos se conviertan en una actividad controlada, regulada, analizada y corregida a través de la tecnología de automatización inteligente; gestión de la ciudad a través de la movilidad sostenible que permite predecir la congestión y recomendar las rutas necesarias; implementar medidas de economía circular en la gestión de residuos, reciclaje, transporte, segunda vida e incluso generación de energía limpia, entre otros”, añade.

“Así pues, la IA se convierte en el aliado que necesita el desarrollo sostenible para moldear, implementar, asesorar y planificar mejor el futuro de nuestro planeta y su sostenibilidad. De hecho, sin la IA, muchos procesos de producción o servicios como el transporte y logística no alcanzarían a cumplir los estándares de sostenibilidad, por ello, estas tecnologías son necesarias, permitiendo la producción a la medida, minimizando los desechos, los insumos requeridos, especialmente aquellos peligrosos o con alto poder contaminante, las estacionalidades en bodega, las pérdidas por caducidad de los productos, el consumo energético, de agua o de combustibles”, puntualiza Jiménez.

Entre tanto, los expertos de Bain & Company, aseguran que hoy en día se cuenta con la capacidad computacional y las herramientas de almacenaje y procesamiento de datos suficiente como para que la Inteligencia Artificial sea una tecnología productiva y disruptiva en habilitar a los líderes de industria y organizaciones en general, para llevar a cabo sus iniciativas productivas de manera sustentable, y más allá que eso, tener iniciativas cuyo principal objetivo sea mejorar nuestro entorno.

“Específicamente el papel que le asignamos a la IA en las tecnologías limpias va desde ayudar a las compañías de esta industria a comprender mejor su entorno e impacto del medioambiente, en ambas direcciones, hasta sugerir, hacer más eficientes y automatizar procesos y decisiones. En resumen, llevar las tecnologías limpias al siguiente nivel y ayudar en la cruzada de posicionarlas como primera opción”, concluyen Aguayo y García.

Fuente: Inteligencia Artificial al servicio del desarrollo sostenible

 

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