Cuando Iggesund Paperboard planeó la primera cubierta impresa digitalmente para su inspiradora revista Inspire, las ambiciones fueron enormes. Todo giró alrededor de las posibilidades que ofrece la impresión digital y uno de los objetivos era producir 22 000 cubiertas distintas con un método nunca antes utilizado.
Se eliminó la idea de limitarse a añadir el nombre del recipiente o un número de serie por ser demasiado elemental. Era más interesante apoyarse en la tradición de Inspire consistente en el uso de material gráfico en su cubierta. El equipo editorial de Inspire creó una película de 16 minutos de duración y cada fotograma se usó como cubierta.
“Puede parecer un método indirecto, pero resultó más simple que crear 22 000 archivos individuales de impresión con software de diseño”, afirma Thomas Idebäck, especialista en Diseño Gráfico y Animación. La diferencia entre cada cubierta impresa reside parcialmente en los campos de color, pero también en el uso de barniz. Las variaciones en los campos de color bastarían para individualizar cada cubierta, pero los patrones de barniz también varían. Cada cubierta tiene marcado el código de tiempo del fotograma particular del que proviene.
Se enviaron a Digaloo? empresa de Estocolmo dedicada a la impresión digital 1,4 TB de datos que habría que procesar para armar las páginas. Según progresaba el trabajo, la cantidad de datos bajo proceso llegó a ser de entre 3,5 y 4,0 TB. Por fortuna, Digaloo había invertido en una nueva prensa y en un rasterizador IN-100 para incrementar su capacidad de procesamiento.
“Este método de impresión es verdaderamente único. He hablado con colegas en mi red internacional de impresores digitales y nadie ha visto nada similar”, dice Jannes Dahlgren, Director Ejecutivo de Digaloo. La empresa empleó 27 horas de tiempo efectivo de impresión para coronar el proyecto.
Iggesund Paperboard forma parte de Holmen, grupo sueco de productos forestales que figura entre las 100 empresas de mayor sostenibilidad enumeradas en el índice del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. El volumen de negocios de Iggesund es de poco más de 500 millones de euros; Invercote, su producto emblemático, se vende en más de 100 países. La empresa cuenta con dos marcas en dos familias, Invercote e Incada, ambas colocadas en las posiciones más altas de sus respectivos segmentos del mercado. Desde 2010, Iggesund ha invertido más de 380 millones de euros a fin de incrementar su eficiencia en consumo de energía y de reducir las emisiones de origen fósil en su producción.
Iggesund y el Grupo Holmen presentan informes de todas sus emisiones de carbono fósil al Proyecto de Divulgación de Emisiones de Carbono. Los datos sobre el medio ambiente son parte integral de un informe anual que cumple con el más alto nivel de información sobre sostenibilidad fijado por la Iniciativa Mundial de Presentación de Informes. Iggesund se fundó como fábrica de hierro en 1685, pero ha estado fabricando cartulina durante más de 50 años. Sus dos fábricas, una en el norte de Suecia y otra en el norte de Inglaterra, dan empleo a 1500 personas.
Fuente: http://bit.ly/1xQDwi4
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