Mark Stevenson es un inglés polifacético –escritor, divulgador, cómico y músico– que en el 2011 escribió el libro Un optimista tour por el futuro en el que, después de hacer un conjunto de apasionantes entrevistas con los mejores científicos del mundo, y teniendo en cuenta las grandes transformaciones que se están dando por efecto de la sociedad digital, se declara optimista respecto al futuro.
Stevenson ha seguido profundizando el tema y muestra cómo los países que no han tomado conciencia de estos cambios se están quedando atrás, al seguir usando los criterios propios de la sociedad industrial que no son aplicables a esta nueva realidad.
Tal podría ser el caso de Colombia. El programa Redes de la TVE le ha hecho una entrevista en la que sostiene que como resultado de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, el mundo esta más conectado y las cosas cambian rápido. Al estar el acceso al poder más generalizado, se ha delegado, y la jerarquización de las estructuras está desapareciendo.
En su opinión, vivimos el fin de la era industrial y el inicio de la democratización. En este momento de transición sufrimos aún los defectos de los sistemas obsoletos del pasado, en la educación, las finanzas, la política… Mientras estas instituciones se renuevan, los ciudadanos deben adaptarse a los cambios y convencerse de que el mundo podría ser un lugar mejor. Solo depende de ellos mismos.
En la industrialización existían instituciones que decían qué hacer y pensar. Ahora, a dónde nos dirigimos depende de nuestras propias decisiones colectivas. Hay un cambio de paradigma. Es el caso de la música: antes solo se podría oír la música disponible, hoy se oye lo que uno quiere. No solo entró en juego la democratización masiva, sino también la responsabilidad colectiva. La gente decide lo que quiere escuchar, ver, escribir y publicar.
No dependemos de los grandes medios, de las órdenes autoritarias. Los proyectos pueden gestarse en un garaje. Si una marca representa los valores que consideramos importantes, ética, medio ambiente, etc., tiene más posibilidades de vender sus productos. La revolución digital apenas empieza. No solo cambiará la manera de hacer las cosas, sino los procesos de fabricación. La impresión 3D es una de esas grandes transformaciones.
Es un grupo de tecnologías de fabricación por adición, donde un objeto tridimensional es creado mediante la superposición de capas sucesivas de material. Permite realizar ‘impresiones’ de diseños en 3D, creando piezas o maquetas volumétricas a partir de un diseño hecho por computador. Es el caso de la industria de los juguetes, joyería, calzado, diseño industrial, arquitectura, ingeniería y construcción, automoción y sector aeroespacial, industrias médicas, educación, sistemas de información geográfica, ingeniería civil, y muchos otros.
La pregunta es, ¿por qué tardamos tanto en cambiar las estructuras, la manera de trabajar y educar? Ello se explica porque la industrialización tenía unas reglas que había que respetar. Su legado es que había que hacer siempre lo mismo. Hoy, no tenemos un mundo basado en reglas, sino en valores.
Esos cambios se han ido produciendo gradualmente y se espera que estén concretados en unos 20 años. Para acercarnos a ellos, hay que tener una mente abierta y pensar que la innovación es nuestro futuro.