Empaque 
enero 21, 2024

Crear una agenda “verde por defecto” para el packaging

¿Cuánto tiempo se necesita para que algo innovador se convierta en algo habitual? ¿En qué momento esos bienes agradables se convierten en la norma? ¿Cómo sucede exactamente? Y, quizás lo más importante de todo: ¿cómo seguir progresando después de que lo que antes era excepcional se convierte en algo predeterminado?

Naomi Stewart

 

Algunos de los lectores más experimentados de este artículo tal vez recuerden cuando el teléfono móvil en el que están leyendo no podía enviar mensajes de texto y mucho menos acceder a Internet. Cuando los primeros mensajes de texto comenzaron a sonar entre gruesos ladrillos de plástico a principios de los años 90, debió ser difícil imaginar un futuro en el que incluso el teléfono móvil más rudimentario del mercado fuera capaz de enviar no sólo texto, sino también fotos y vídeos a las personas del otro lado del planeta. Pero ese futuro es ahora nuestro presente, y esa innovación que alguna vez fue notable ahora es curiosamente ordinaria.

El embalaje se encuentra en el comienzo de una transformación igualmente fundamental: una transformación verde. Sin embargo, este tipo de cambios no ocurren por sí solos, sino que deben ser impulsados por la innovación de la industria y el aprendizaje compartido.

 

Una transformación necesaria

Por supuesto, la transformación observada en los teléfonos móviles y en la mayoría de las demás industrias está impulsada por las fuerzas del mercado. Los clientes utilizan nuevas innovaciones para el trabajo y el placer, y la industria simplemente invierte para hacerlas más rentables y rentables. La transformación del packaging está impulsada en gran medida por la necesidad.

Las regulaciones en constante evolución en todo el mundo significan que el sector del embalaje no puede eludir sus responsabilidades ambientales. Varios países han aprobado prohibiciones de distinto alcance sobre los plásticos innecesarios de un solo uso, incluidos el Reino Unido, Francia, España y la India. En la UE, la propuesta de reforma del Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR) promete reformar todo el panorama europeo. Mientras tanto, varios estados americanos están aprobando sus propias regulaciones, como la Ley de Botellas de California, que es una versión del propuesto Sistema Escocés de Devolución de Depósitos.

Otra ola de cambio está siendo impulsada por los consumidores, cuyas decisiones en gran medida ya están decididas. Estudio tras estudio muestra que los consumidores votan con la cartera y están dispuestos a pagar más por productos que perciben como sostenibles; un sentimiento tan firmemente sostenido que persiste incluso en medio de la crisis del coste de vida (1).

Esto significa que las marcas se enfrentan a presiones desde varias direcciones para ofrecer envases innovadores a los consumidores, presión que naturalmente se transmitirá a los convertidores y diseñadores de la industria del packaging.

 

Legislación e inspiración

Esta presión puede no resultar bienvenida entre algunas partes interesadas de la industria. Pero, así como los diamantes se crean bajo la presión más intensa, también lo hacen las mayores innovaciones. Como organizadores de Packaging Innovations y de las Packaging Weeks de Londres y París, desde Easyfairs vemos los resultados de esas innovaciones en nuestras exposiciones varias veces al año. Significa que podemos ver cómo está evolucionando la industria y el ritmo al que se está produciendo esa evolución.

Nuestras ferias albergan ahora un tipo completamente diferente de soluciones de packaging, en comparación con hace apenas cinco años. Ahora vemos que la industria está completamente centrada en la sostenibilidad en todas sus formas, lo que significa que ya se han dado los primeros pasos en un viaje hacia un mundo “verde por defecto”.

Para garantizar que este viaje continúe, la creación de redes y el intercambio de conocimientos serán cruciales. La inspiración puede venir de cualquier lugar, por eso nos esforzamos por reunir en nuestros eventos a marcas, reguladores y más, además de las empresas de envase tradicionales y los proveedores de servicios de embalaje. La polinización cruzada de ideas entre industrias puede dar como resultado innovaciones revolucionarias que podrían convertirse en los estándares de la industria del mañana.

Un enfoque colaborativo

Esto facilitará debates más sanos y mejor informados sobre la sostenibilidad y lo que significa un packaging sostenible. Cuando analizamos la nueva legislación anteriormente, algunos lectores pueden haber notado que las leyes sobre siniestros ecológicos brillaban por su ausencia. Estas leyes, que se están incorporando a los estatutos de todo el mundo, están diseñadas para aclarar la ambigüedad que rodea a la sostenibilidad, haciendo que los debates sean más productivos tanto para las empresas como para los consumidores. Si las empresas participan en estos debates de buena fe, pueden ayudar a dar forma al futuro de nuestra agenda “verde por defecto”. Una vez más, una legislación que al principio parece restrictiva puede ser combustible para la innovación si se adopta con el espíritu adecuado.

Por ejemplo, ¿los envases más sostenibles se fabricarán con plástico reciclado, fibra vegetal renovable o una combinación de ambos? ¿Avanzarán los bioplásticos compostables hasta el punto en que el plástico virgen basado en combustibles fósiles quede obsoleto? ¿Es una perspectiva viable la adopción generalizada de envases verdaderamente biodegradables, que pueden descomponerse en nada más que gas y agua sin importar dónde se eliminen? ¿El futuro está en cadenas de suministro altamente localizadas, en vastas cadenas de suministro globales o en una combinación de ambas? ¿Y dónde encajan campos que avanzan rápidamente como la inteligencia artificial y la automatización?

Quizás, en el futuro, los envases a base de algas como la innovación de NotPla que acapara los titulares sean la norma. Quizás algún día, los revestimientos de barrera a base de agua y los bioplásticos avancen hasta el punto de que las bandejas de comida preparada puedan sellarse sin utilizar plásticos a base de combustibles fósiles. Tal vez los envases flexibles, con su menor peso y menores costes de transporte, sean el formato del futuro, o tal vez la ausencia de envases sea el futuro, con productos suministrados “desnudos” a través de máquinas expendedoras en envases recargables que los propios consumidores traen.

A través de la colaboración y la innovación, la industria puede hacer que los envases sostenibles sean la opción predeterminada, del mismo modo que los teléfonos con mensajes de texto, acceso a Internet y pantallas táctiles son ahora la opción predeterminada en la industria tecnológica. Gran parte de este futuro sigue siendo incierto, pero lo que sí es seguro es que las respuestas a esas preguntas que definen la industria se inspirarán en ferias como Packaging Innovations y Empack.

 

Fuente: Crear una agenda “verde por defecto” para el packaging

 

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