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febrero 18, 2022

Cómo plantear un sistema de paleta fija: tareas a realizar

Así concluíamos el último artículo: “Evitar a toda costa el gran coste de no hacer nada: ¡Bienvenidos al cambio como inversión de futuro!”
Así que hoy vamos a hablar del cambio a impresión con paleta fija de colores.

Llevo varios artículos hablando de este tema, de forma mas genérica abordamos las ventajas y los inconvenientes, también dimos respuesta a algunas de las preguntas que me hacíais relacionadas a este tema y quedamos en describir como sería el proceso de implementación de un sistema de este tipo.

Partimos de la premisa, ya hablada anteriormente, que no todos los trabajos pueden sustituir sus tintas planas especiales (Pantone) por una paleta fija de colores, aunque esta sea de 7 tintas, que es la que presenta la gama de reproducción mas amplia.

Eso significa que lo primero que hemos de hacer es analizar el tipo de trabajos que tenemos:
– Porcentaje de trabajos que se realizan con tintas especiales
– Porcentaje de esas tintas especiales que no pueden remplazarse, habitualmente por motivos comerciales.

De estos trabajos hemos de ver otras cuestiones:
o ¿Alguna de estas tintas podría ser una de las 3 tintas complementarias en una paleta fija? Es decir, ¿hay algún cliente que su color corporativo sea un verde, naranja o azul/violeta? En ese caso podemos valorar usarla como tinta especial.

– Porcentaje de trabajos que se realizan así internamente para evitar problemas de tonalidades: colores neutros de fondo que son corporativos pero que en realidad están hecho con cuatricromía, pero que para que no haya dominantes de color, se prefiere sustituir por un color especial, y así realizar impresiones repetitivas en los diferentes impresos que se realizan para este cliente.

En estos casos, cuando esa desviación de color es habitual y tiene una apreciación visual diferente, se debería analizar el motivo. Una vez analizado se pueden proponer conversiones de color usando tecnologías de GCR o UCR según el tono con el que trabajemos.

– Porcentaje de trabajos en los que las tintas especiales serían fácilmente remplazables por 7 colores puesto que el cliente está habituado a imprimir en sistemas digitales y usar ya estas tecnologías.

A estos porcentajes les podemos añadir datos como: tintas especiales usadas, tirada habitual de esos trabajos, tiempo de impresión y tiempo de cambio de trabajo (colores incluidos).

Según la empresa, se puede abordar el tema de planificación de trabajos. Muchas veces la intención es buena, pero hay mucha interacción comercial que hace variar el orden de los trabajos, y eso es algo que afecta mucho la planificación de impresión, aumentando sus costes de forma considerable.

Una vez tenemos estos datos estamos capacitados para decidir si es interesante invertir en estos sistemas.

La mayor parte de las veces la respuesta es afirmativa debido a las dos variables principales que decantan estas tecnologías y que ya comentamos en el primer artículo:
– Ahorro en costes de cambio de trabajo
– Captación de nuevos clientes.

Bajo esa premisa, y entendiendo que llevamos el proyecto hacia delante, lo primero que hemos de hacer es buscar un Partner especializado en el tema, con un sistema de gestión de color y de flujos de trabajo lo suficientemente potente como para poder implementar este tipo de soluciones de forma ágil, segura y eficaz.

La segunda parte será escoger la máquina con la que vamos a trabajar y el grupo de tintas que vamos a usar.
Para la máquina de impresión, nadie mas capacitado que vosotros para hacer esa elección.
Para el grupo de tintas con el que vamos a trabajar recomendamos hablar conjuntamente con el fabricante que suministra actualmente las tintas y el proveedor de la solución de software.

Es cierto que hay tintas especiales para estos efectos, donde la cuatricromía también tiene una colorimetría ligeramente distinta para poder abarcar mayor espectro de color. Sin embargo, nosotros os recomendamos usar las tintas de cuatricromía habituales, y definir las 3 tintas añadidas.

Para estas tres tintas: naranja, verde y azul o violeta, nos podemos basar en las recomendaciones de nuestro proveedor de tintas. Bien sea que queramos trabajar con una tinta de fabricante o crear una en los laboratorios de color internos, el proveedor nos va a asesorar en su elección.

Con estas tintas deberemos realizar los primeros test de máquina que variaran según el sistema de impresión del que estemos hablando:

– En offset hemos de determinar un valor correcto con una buena abertura y cierre de tinteros para regular la cantidad de tinta usada en el pliego, teniendo margen para su variación y correcta lectura final.
– En Flexografía, el Anilox determina la cantidad de tinta depositada, teniendo en cuenta que, en este caso, estas tintas especiales irán habitualmente tramadas y hemos de tener una buena cobertura en sólidos y una buena trasmisión del punto de trama.

En tercer lugar, deberemos realizar un test de impresión para conocer la ganancia de punto y poder gestionar las curvas necesarias.
Una vez obtenidos estos valores podremos hacer el test final para la verificación de impresión y la creación del perfil de color.

En la actualidad, los sistemas que gestionan estos tipos de impresión en paleta fija de colores tienen la posibilidad de simplificar la cantidad de test a realizar para no realizar mas pruebas de las debidas, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos en el proceso de impresión.

El perfil de color nos definirá el espacio cromático que es capaz de reproducir la máquina de impresión en cuestión, con las tintas elegidas y el soporte a imprimir.

Con esta información podremos validar todas las conversiones que deseemos hacer, por lo que, antes de realizar cualquier conversión de una tinta especial, veremos en qué colores de la nueva paleta se traduce, en qué porcentaje de cada uno de ellos, y el delta E que tendrá el color resultante con el color inicial.

Estos parámetros nos permitirán decidir si esta tinta se convertirá o si, por el contrario, deberemos permanecer en una impresión con tintas especiales.

Ajustando el sistema de pruebas de color, podremos verificar y certificar el color que saldrá con este cambio, de forma que podremos prever los resultados y mostrarlos al cliente para su aceptación.

Ya estamos listos para imprimir en paleta fija de colores, y en pocos meses, la inversión estará amortizada con la reducción de cambios de colores en máquina y la adquisición de algún que otro cliente que busca resultados eficientes e iguales en diferentes sistemas de impresión.

Referencia: Cómo plantear un sistema de paleta fija: tareas a realizar

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