Confección Moda, Textil 
abril 11, 2019

El grupo español Inditex, número uno mundial de la industria textil, observó una desaceleración de su crecimiento en 2018, en momentos en que el propietario de Zara continúa invirtiendo masivamente para desarrollar sus ventas en línea.

El beneficio neto del grupo fundado por Amancio Ortega progresó 2%, a 3,444 millones de euros, y su cifra de negocios lo hizo en 3%, a 26,150 millones de euros, por debajo de lo esperado por los analistas, que preveían en promedio unos 3,489 millones de euros de beneficio y 26,350 millones de cifra de negocios.

De todas maneras, Inditex superó ampliamente a sus dos principales competidores, el sueco H&M y el japonés Fast Retailing (Uniqlo), que terminaron su último ejercicio con una facturación inferior a los 20,000 millones de euros.

Durante este último ejercicio, del 1 de febrero de 2018 al 31 de enero de 2019, el grupo confirmó la desaceleración de su crecimiento: su beneficio había progresado 7% en 2017, 10% en 2016 y 15% en 2015.

Ante ello, el título caía en la Bolsa de Madrid un 3.69% a 25.30 euros en un mercado en alza (+0.30%), pese al anuncio de un aumento de sus dividendos, a 88 céntimos frente a 75 en 2017.

El alza de los dividendos, prevista hasta 2020 al menos, constituye, a juicio del profesor de Economía de la EADA Business School Rafael Sambola, una manera de “mantener atractiva la acción” a la espera de mejores resultados de la venta en línea.

“Es una empresa que ha crecido muchísimo y evidentemente ahora hay un momento de pausa”, explicó.

Inditex afirmó haber sufrido el impacto de las tasas de cambio, sin las cuales su beneficio habría escalado un 12% y su cifra de negocios un 7%.

En el tercer trimestre, el grupo sufrió al no imitar la política de rebajas de sus competidores.

En términos de ventas a un número de tiendas constante, el grupo con sede en Arteixo, Galicia (noroeste de España), no alcanzó el objetivo que se había fijado en el segundo semestre, con un crecimiento de un 3% frente a un esperado entre 4 y 6%.

Para 2019, se fijó el mismo objetivo: entre 4 y 6% de crecimiento de las ventas a un número de tiendas constante.

Giro digital

Para Neus Soler, profesora de la Universidad Abierta de Cataluña y especialista en el sector textil, la ralentización del crecimiento se explica también por el giro digital del grupo, que precisa de costosas inversiones.

El principal objetivo de Inditex, explica, es articular las ventas en línea y en tiendas físicas, de manera que “el cliente pueda mirar por internet el producto y después acabar comprándolo o recogiéndolo en la tienda física y al revés: (…) comprobar la calidad y los colores que quizás no se ven tan bien en la pantalla pero después hacer la compra en la tranquilidad de su casa”, indica.

De hecho, Inditex invirtió cerca de 1,600 millones de euros en 2018, un monto equivalente al que ha hecho desde hace cinco años para desarrollar las ventas en línea en todos sus mercados y marcas (Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius…) para 2020.

“Manejamos una plataforma global única que integra totalmente tiendas y negocio digital y ofrece un enorme potencial de crecimiento”, se congratuló el presidente de Inditex, Pablo Isla, en una conferencia con analistas.

Sus ventas en línea progresaron 27% a 3,200 millones de euros, un 12% de su cifra de negocios total.

Inditex se felicitó por haber implementado en 49 mercados de su marca emblemática Zara el sistema RFID de etiquetado por radiofrecuencia, que le permite gestionar mejor sus existencias.

Y de haber extendido a nuevos países (Australia, Canadá) su servicio de entregas de un día al otro, y el mismo día en varias ciudades (Toronto, Moscú, México, Nueva York).

Zara, que representa dos tercios de las ventas de Inditex, debe abrir a fines de marzo su tienda en línea en Brasil y en primavera en otros mercados.

Fuente: www.america-retail.com

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